
El héroe inesperado
Goycochea lo mira fijo, da un paso al frente, elige su izquierda. Y acierta. Goyco frena el tiro con las manos, cae con la cadera sobre la bocha y nos lleva a la final de la Copa del Mundo.
Goycochea lo mira fijo, da un paso al frente, elige su izquierda. Y acierta. Goyco frena el tiro con las manos, cae con la cadera sobre la bocha y nos lleva a la final de la Copa del Mundo.
Te Recuerdo Estados Unidos `94 porque ese 21 de junio un hombre llamado Diego Armando Maradona, acaso el mejor futbolista de la historia, gritó su despedida de las redes.
Masche lo corre, lo mide, lo corre, lo mide y entonces se lanza. Robben todavía no cargó la zurda y Javier ya está en vuelo, ojos abiertos, pierna estirada.
El referí no compra y el que ve la chance, el que ahora se la juega, es Van der Sar. El 1 holandés, pillo, encara a Ortega que sigue en el piso y le ofrece su metro 97 de carnada. Y Ariel pisa el palito.
Te recuerdo para siempre Octavos con Brasil. Porque ese 24 de junio sufrimos como pocas veces en un Mundial. Porque nunca fue tan grande el desahogo.
Sensini ve la media amarilla en primer plano, hasta ahí se elevó el 7. Simón, más lejos, no lo puede creer. Es el debut del campeón, es gol del modesto Camerún, es una bomba en el mundo del fútbol.